Sé que muchos piensan que la
fotografía es un asunto elitista o un hobby caro y al que sólo unos cuantos
tienen acceso, debido a la gran cantidad de equipo disponible y el costo de los
mismos, pero en realidad, creo que todos somos fotógrafos natos, pues en algún
momento hemos disfrutado una imagen y con ello tenemos un sentido de la
estética o bien, hemos hecho clic a una cámara sólo para tomar un instante de
su vida .
Es cierto que actualmente hay un
sentimiento de perdida por parte de los fotógrafos tradicionales frente a la
tecnología que permite a un público mucho más amplio el acceso a una cámara,
comparado con el equipo costoso y pesado que un fotógrafo tradicional emplea en
su trabajo, pero seamos claros, la diferencia no está solo en el equipo, sino
en los años de práctica entre un profesional y alguien que gusta de tomar fotos
de sus mascotas o sus hijos para conservar en el tiempo un momento especial.
Personalmente, creo que el fin de
una fotografía es perpetuar un momento,
cualquiera que éste sea, y con cualquier excusa, pero para quienes deseen
unirse a los amantes de momentos, quiero decirles que no es necesario ni un
equipo costos ni pesado, sino la capacidad de observación.
No soy fotógrafo profesional y
nunca podré serlo, quizá muchos encuentren este blog y piensen: ¡qué fotos tan
simples!, pero eso es lo increíble de la cámara, le da a cada uno un sentido de
la estética y la capacidad de observación.
Yo tomo fotos de la naturaleza,
la cual está en todas partes, lo mismo
la mosca sobre la flor, o el ramo de flores que se esconde tras la yerba. Le
doy sentido a mi vida encontrando ciclos de vida.
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Foto Celestino Boge © publicada
con permiso del autor
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Hay quienes se hacen fotógrafos
de mascotas y se especializan tanto que toman miles de fotos de las sacudidas
de los perros como es el caso de Carli Davidson que ha emocionado al mundo con
esos rostros llenos de baba, a los que es imposible no mirarles http://carlidavidson.photoshelter.com/.
Nadie puede resistir el rostro de
una novia que con su vestido blanco y su sonrisa comparte a todos un poco de su
inmensa dicha el día de su boda, pero sólo unos cuantos son capaces de captar en detalle fino, listos para perpetuar ese
momento, sino es a partir de muchos años de experiencia, como mi admirado amigo
Mauricio Alfaro https://www.facebook.com/pages/Alfaro-Estudio/178360120327
quien es uno de los mejores fotógrafos de bodas y retratos en México.
Hay por supuesto quienes ponen en
marcha la creatividad con las criaturas que se tienen cerca, tal es el caso de
Elena Shumilova quien toma fotografías de su pequeño hijo y su mascota, creando
momentos universalmente bellos, pues las expresiones no conocen barreras culturales,
aquí un ejemplo de su trabajo: http://500px.com/ElenaShumilova
Mientras que otros se
especializan en los paisajes, como mi buen amigo Doug Lapsey que sabe mirar más
allá de su lente y capturar momentos en los que la naturaleza habla casi en un
susurro, haciendo silencios estruendosos que nos invitan a mirar, como testigos
mudos de sus ojos, aquí un poco de su
trabajo: http://www.frozen-light.co.uk/
Hay quienes se apasionan por los
momentos cotidianos, como los fotógrafos callejeros que crean proyectos de lo
usual, de aquello que nadie más mira, de lo que parece poco interesante, aquí
un ejemplo de un grupo de fotógrafos que literalmente toman las calles para
hacer arte: http://www.street-photographers.com/category/projects
Si se toman un minuto para ver
sus fotos, sin duda se sentirán con ganas de tomar una cámara, aunque sea la de
su teléfono celular y comenzar a observar, y esa es justamente la idea de esta
entrada, que comiencen a mirar para que si se animan, pueden descubrir su
pasión por la mirada y ojalá podamos compartir momentos.
Ser fotógrafo tiene muchas
aristas, eso es cierto, desde profesionales, pues existen muchos cursos y
muchas técnicas que aprender; económicas pues el equipo es bastante costoso;
legales, pues hay restricciones sobre cuándo y cómo usar una cámara y por
supuesto hay situaciones personales, por ejemplo, yo jamás podré ser un
fotógrafo profesional porque no puedo cargar cosas pesadas, así que mis cámaras
son muy ligeras, pero eso no me restringe para mirar.
Lo más importante es mirar e
intentar mil veces, conocer la cámara, jugar con las posibilidades, planear, y
sobre todo disfrutar mucho del momento, pues la única foto perfecta es la que
aún no se ha tomado, así que hay que seguir intentando e intentando y un día,
tal vez, la veamos y tendrá nuestro nombre.
Entre más joven se comience,
mayor oportunidad hay de llegar a ser una celebridad, pero solo uno en un millón lo logran, ¡así
que hagamos fila!