Aeropuertos

Los aeropuertos son lugares de encuentros y desencuentros, donde se inicia y concluye un viaje que ya sea por varios meses o solo unos cuantos días, tienen una atmósfera de ansiedad por ver el rostro de a quien con emoción esperamos o bien, ver partir a quien tanto amamos, que puede ser un hijo, una hija, una esposa, un esposo o un nuevo amigo.

A pesar de que a veces parece que los aeropuertos están llenos de personas, encontré una estadística que indica que solo el 5% de la población mundial ha viajado en un avión. Algunos nunca lo harán en su vida y otros, lo tomamos como un viaje más a casa.

Me gustan los aeropuertos por ser lugares especiales para observar a la gente, he tenido en honor de conocer a gente interesante mientras esperamos nuestro vuelo, y he visto lo mejor de algunas personas, cuando ayudan a otros en esos momentos de pánico al enfrentar el primer vuelo de sus vidas., cuando las madres comfortan a los niños, o incluso las mascotas intentan comprender que ocurre a su alrededor.

Mientras que para algunos es casi un momento de rutina, para otros es una muestra de valentía. Finalmente los seres humanos no fueron diseñados para volar.

 Es una sensación compleja entre el miedo a un accidente, el encontrarse encerrado en un lugar tan pequeño en medio de extraños, a lo que se agrega las respuestas del cuerpo ante la elevación y el aterrizaje, a veces en lugares más arriba o abajo del nivel del mar, lo cual provoca el conocido dolor de oídos con el que muchos pasajeros hemos de lidiar.

Sentarse en la ventana da una visión del viaje y permite ver la ciudad a la que se viaje desde el cielo, lo cual, sin duda es toda una experiencia. Algunos dicen que es el peor lugar pues no tiene uno la oportunidad de caminar y estirar las piernas.

El asiento de en medio da una sensación de claustrofobia, y si las personas de al lado no son muy sociables, se agradece cuando se informa que el piloto comienza maniobras de aterrizaje.

El asiento del pasillo, parece un paraíso, hasta que asistentes de vuelo comienzan a repartir las bebidas, por que no hay modo de levantarse.

A veces se ha de viajar a un lugar en donde nunca antes se ha estado, lo que crea la emoción de conocer un nuevo lugar, a veces una nueva cultura, en ocasiones se habrá de compartir otro idioma o bien, se ha de ajustar el cuerpo a un cambio drástico de horario que altera el reloj interno de las personas.

Dice Paulo Coelho que “El que está acostumbrado a viajar, sabe que siempre es necesario partir algún día” y esta cita es la que más me gusta, es de un autor anónimo y dice: “Cuando viajo, sólo llevo una maleta pequeña, todo lo importante va dentro de mí”.

Así que hoy deseo compartir mi fascinación por los aeropuertos y si un día nos encontramos en alguno, no olvide que sonreír a otros hace el viaje más placentero.


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